K.O.

Creo que el título lo dice todo. Así estamos después de cinco días intensos de emociones, alegrías, lloros, nervios, paseos, excursiones, descubrimientos... El cansancio se va acumulando tanto en los chicos como en los profes (aunque lo disimulamos fenomenal ;-).

Hoy fuimos a Dublín de nuevo, ya por última vez. Era el día que los chicos más deseaban después de estar ya familiarizados con la ciudad: visita el Museo de Cera e ir de "shopping".

Tras hacernos innumerables fotos (de verdad, parecemos un grupo de "japonesitos" cámara en ristre en todo momento, y... ¡preparaos a ver fotos!) con los personajes reproducidos en el Museo, nos dividimos en dos grupos para mayor comodidad: las chicas a lo suyo, los chicos a lo nuestro.

Fue un día importante para los chicos, y más difícil de lo que ellos pensaban: contentar a mucha gente (familia, amigos,...); evitar caer en las tentaciones; manejar un presupuesto generalmente grande para ellos,... no ha resultado para muchos tarea fácil. Se les veía dudar, sumar, hacer cuentas ("¡me he dejado a mi abuela!" decía uno), buscaban consejo ("¿esta talla es buena para mi madre (era una mega XL...)?" preguntaba otra)... Como veis, bien lo hemos pasado, y observarles en esta situación, intentado valerse por si mismos, no tiene precio.

Ahora toca descansar, y recuperar fuerzas para mañana, que esto continúa...